Para dar respuesta al alumnado que necesita refuerzo educativo, ya sea en un momento puntual en su etapa educativa o a lo largo de toda ella, se requiere crear contextos educativos que permitan una diversificación de dicha respuesta. Para ello, será necesario contemplar y reflexionar sobre una serie de factores que determinan la manera de responder al alumnado en general y que tienen una incidencia directa sobre el tipo de respuesta que se puede ofrecer a este alumnado.
Uno de los aspectos más relevantes a tener en cuenta si se pretende ofrecer una respuesta educativa que se ajuste lo máximo posible a las características diferenciales del alumnado durante esta etapa, es la manera en que se organice y estructure la intervención educativa. La situación en la que se encuentran los alumnos y alumnas va a ser diferente en función de su historia escolar, que determina sus actitudes y expectativas ante la escuela, el concepto que tienen de sí mismos, sus intereses y motivaciones y el grado de desarrollo de las diferentes capacidades (cognitivas, sociales, afectivas, motrices...). Esta diversidad del alumnado conlleva necesariamente la búsqueda por parte del profesorado de modos diferentes de organizar su trabajo en función de las características concretas que presentan sus alumnos y alumnas.
Para organizar la respuesta educativa será necesario tomar decisiones sobre una serie de elementos o variables que están incluidas en cualquier propuesta metodológica.
Para ello hemos elaborado, Joaquín Muros Moya y yo, un documento para recabar toda la información educativa necesaria para dar respuesta a este alumnado. Será recogida al final del curso, para intervenir inmediatamente al comienzo del próximo curso.